By Gladys Godinez, former staff member. Click here for an English version of this story.
Dentro de las plantas de empaque en toda nuestra nación, los trabajadores continúan sin suficiente equipo de protección personal o PPE; no tiene suficiente espacio para cumplir con el distanciamiento social; y siguen preocupándose por lo que les pueda pasar. Se preocupan porque nadie se comunica con ellos sobre la exposición al COVID-19 dentro de la planta.
Desde que comenzó la pandemia, en todo el país, se han reportado al menos 45,000 casos positivos relacionados con instalaciones de procesamiento de carne y aves de al menos 479 brotes en 38 estados, y al menos 239 muertes de trabajadores reportadas en al menos 61 plantas en 27 estados. Estos individuos eran miembros de familia, vecinos, miembros de la comunidad y trabajadores esenciales. Ha habido un momento de acción para proteger a quienes nos alimentan, a nuestra nación y al mundo. Tenemos otra oportunidad, pero para aquellas personas que han muerto, nuestra segunda oportunidad llega demasiado tarde.
Soy hija de trabajadores jubilados de una planta empacadora. Sé que mis padres no corren peligro a diario porque ya no trabajan en la planta. Ese no es el caso de muchos trabajadores de plantas empacadoras y sus familias.
Un individuo que trabaja en una planta de empaque en Nebraska, compartió que la planta no tiene turnos alternados y no hay distanciamiento social entre el cambio de turno y los descansos. Desde que comenzó la pandemia de COVID-19, la corporación no ha tomado precauciones para proteger los derechos de sus empleados y la seguridad de las condiciones laborales antes y después de que las cosas empeoraron.
Continuaremos pidiendo a las corporaciones, funcionarios locales, legisladores estatales y legisladores federales que se preocupen de nuestros trabajadores esenciales en las plantas de empaque. Los números continúan aumentando en todo el país y los trabajadores de las plantas empacadoras han estado al frente y al centro de esta epidemia.
Foto: Gladys Godinez