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Los cultivos de cobertura son una herramienta importante para mejorar la salud del suelo y proteger las cuencas hidrográficas de la nación. Sin embargo, la transición a una rotación que incluye cultivos de cobertura implica cierto riesgo para los productores. Para aliviar este riesgo, existen programas federales, estatales y privados disponibles para ayudar a los agricultores y terratenientes.
Los programas de costos compartidos son una herramienta que los productores pueden usar para aliviar las preocupaciones financieras asociadas con la implementación de una nueva práctica agrícola. Para los cultivos de cobertura, esto puede incluir el costo de la semilla, la siembra y la terminación. Si bien el monto del costo compartido varía según el programa y la ubicación, el costo compartido del cultivo de cobertura generalmente cubre al menos una parte de los costos de gestión asociados con la siembra de un cultivo de cobertura.
