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Desde pequeña, Magdalena Barrios ha soñado con tener su propia finca y administrar su propio negocio ganadero. Después de años de arduo trabajo, ahora vive la vida que siempre quiso.
Magdalena y su esposo, Vicente Acevedo, poseen tierras en las afueras de Lexington, Nebraska. Incluso cuando recién comenzaban, la pareja hizo todo lo posible para cuidar su pequeño rebaño de ganado, y su dedicación no pasó desapercibida.
“Hace años, un vecino pasaba por nuestra casa todos los días y nos veía recolectar pasto del arroyo para alimentar a las pocas vacas que teníamos en ese momento”, dijo Magdalena. “Con el paso del tiempo nos hicimos grandes amigos, y mi esposo y yo lo ayudamos a él y a su esposa en su granja y con su ganado”.
Al darse cuenta del tiempo, esfuerzo y sacrificio que Magdalena y su esposo pusieron para mantener su ganado, su vecino les ofreció venderles su finca ya que pensaba jubilarse pronto.
Magdalena recibió asistencia del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), incluyendo préstamos agrícolas para su cultivo de alfalfa y pastos, así como información sobre los programas para los cuales califica.
"He tenido la oportunidad de trabajar con gente maravillosa en las oficinas del USDA", dijo. “Me han brindado su apoyo y confianza para seguir adelante. Nuestro vecino y su esposa también nos ayudaron mucho y siempre estaremos eternamente agradecidos con ellos y con el USDA por darnos la oportunidad de ser ganaderos”.
Aunque ha tenido experiencias positivas trabajando con el USDA, también desearía que ofrecieran reuniones informativas en inglés y bilingües sobre cómo recibir ayuda de la organización y qué pasos deben seguir las personas para iniciar sus propias granjas.
“También recomendaría contar con personal que se dedique a guiar a las personas de manera que las ayuden a sentirse más seguras sobre cómo iniciar su negocio”, dijo Magdalena.
Además de dirigir su operación, Magdalena y su esposo tienen trabajos de tiempo completo. Han trabajado en Tyson Foods durante 28 y 22 años, respectivamente. Al final de sus turnos, van a trabajar a su finca y cuidan su ganado.
“En nuestra operación agrícola nos dedicamos al cultivo de alfalfa y pastos para el mantenimiento de nuestro propio ganado”, dijo Magdalena. “El cultivo de alfalfa y pasto fue la inversión adecuada para seguir expandiendo nuestro negocio y nuestras ganancias a lo largo del tiempo”.
Vendía ganado en subastas de ganado, aunque le llevó algún tiempo encontrar un lugar que se adaptara a sus necesidades.
“He estado vendiendo nuestro ganado en la subasta de ganado de Broken Bow durante varios años”, dijo. “Nos hemos dado cuenta de que hoy el racismo/discriminación contra los hispanos y las personas de color todavía existe en algunas subastas de nuestro entorno. Hemos optado ir sólo a Broken Bow, donde a nuestro ganado se le ha pagado justamente por su valor”.
Ella comparte sus experiencias con la esperanza de que otros agricultores principiantes aprendan de las situaciones que ella tuvo que afrontar.
"Ojalá hubiera sabido cuál era el mejor momento y lugar para vender mi ganado y obtener las mejores ganancias", dijo. “A los jóvenes que quieran iniciar su propia finca o rancho, que tengan en cuenta que es un trabajo de siete días a la semana, esfuerzo y dedicación”.
Con el tiempo, Magdalena espera comprar un terreno que actualmente pertenece a otro vecino cercano para poder ampliar sus operaciones y agregar más ganado. Actualmente está hablando con ese vecino y analizando opciones de financiamiento del USDA.
Recientemente, Magdalena fue destacada como un ejemplo para inspirar y educar a los agricultores principiantes latinos.
Esta serie de estudios de caso del Center for Rural Affairs muestra a tres agricultores latinos en Nebraska, incluida Magdalena. La serie documenta cómo dirigen sus operaciones, qué producen y las lecciones que han aprendido. El Centro ha podido ayudar proporcionando recursos y oportunidades de capacitación.
Lucia Schulz, asociada de organización comunitaria del Centro, ha trabajado con cada uno de los agricultores. Ella dice que cada uno tiene una forma diferente de ejecutar sus operaciones, y sus diferentes estilos de enfoque, gestión y niveles de experiencia hacen que cada uno de ellos sea digno de ser destacado.
“Magdalena es una agricultora apasionada, orientada a los negocios y muy enfocada en brindar productos de calidad”, dijo Lucía. “Le encanta la agricultura, cuidar su tierra y dejar un legado a sus hijos”.
Para saber más sobre Magdalena, vea nuestro estudio de caso.