By Eric Galatas, Public News Service. For an English version of this story, please click here.
Nebraska podría estar en riesgo de retrasarse respecto a sus estados vecinos, en asegurar que todos los residentes tengan acceso al internet de banda ancha, que se considera esencial para el cuidado de la salud, la educación y el desarrollo económico.
Un nuevo libro guía titulado “Mapa hacia la Prosperidad”, publicado esta semana por el Centro para Asuntos Rurales (“Center for Rural Affairs”), analiza la accesibilidad actual y las barreras para expander el acceso en la América rural.
En Nebraska, sólo el cinco por ciento de los residentes en 18 de los 93 condados del estado tiene acceso a internet de banda ancha, según reporta el Centro de Asuntos Rurales (“Center for Rural Affairs”).
Johnathon Hladik, director de políticas en el Centro de Asuntos Rurales (“Center for Rural Affairs”) y autor del reporte, dice que la falta de información confiable es culpable en cierta medida.
Hasta 2015, el acceso a la banda ancha estaba mapeado con base en el domicilio o al nivel de parcela. Pero ahora la cobertura se reporta por bloques censales, que en las áreas rurales pueden ser más extensos que el estado de Connecticut.
Hladic dice que bajo el sistema actual de mapeo, si un solo hogar tiene banda ancha, todos los demás que se encuentren en ese bloque censal se marcan con cobertura.
“Es fácil pensar en recursos, específicamente dinero, como la razón por la que no tenemos banda ancha en áreas rurales. Pero este reporte muestra que esa política tiene de hecho mucho que ver.”
A nivel nacional, de los más de 25 millones de hogares que no pueden acceder al internet de banda ancha, 19 millones están en áreas rurales. La banda ancha no es importante sólo para ver películas en directo.
En el Siglo 21, las altas velocidades del internet se han vuelto críticas para procedimientos médicos, cumplir con tareas escolares y para que los pequeños negocios compitan con grandes firmas que tienen conectividad confiable.
Hladik dice que los pasos tomados para abordar la division digital entre la ciudad y el campo en los estados vecinos, podría poner a Nebraska en desventaja en términos de desarrollo económico.
Señala que las políticas adoptadas por Minnesota para asegurar que todos los residentes estén cubiertos de frontera a frontera, dependiendo en gran medida de asociaciones público-privadas.
Y opina que esos esfuerzos, que involucran mapas más precisos, demuestran que múltiples accionistas trabajando juntos pueden asegurar la cobertura cuando los márgenes de utilidad son demasiado pequeños para que el sector privado haga el trabajo.
“No podemos sentarnos a esperar que el gobierno estatal nos resuelva esto. Tampoco puede ser el único proveedor. Francamente, no está ahí el incentivo del costo para que el proveedor extienda el servicio a todos los hogares sde Minnesota o de Nebraska.”
Agrega que el mapeo tiene posibilidades de ser un asunto prominente en la próxima session legislativa, y espera ver que se introduzca una medida para ayudar a que Nebraska tenga una imagen más clara de las barreras que hay para poder ampliar el acceso a la banda ancha a todos sus residentes.
El reporte puede ser consultado (en inglés) en cfra.org/publications/MapToProsperity.