Recomendaciones
La red de transmisión eléctrica es una pieza fundamental de la infraestructura. Un sistema de transmisión robusto es clave para vincular la generación de energía renovable de toda la región a hogares y negocios, mientras que las actualizaciones también aumentan la confiabilidad del servicio eléctrico. Pero, a medida que se actualiza la red, existen preocupaciones sobre los posibles impactos a la salud y la seguridad de la transmisión eléctrica. Uno de los problemas que se mencionan a menudo son los campos eléctricos y magnéticos (CEM) emitidos por las líneas de transmisión.
Campos eléctricos y magnéticos
- Todos los dispositivos electrónicos emiten algún nivel de EMF.
- Las emisiones se dividen en dos categorías:
- No ionizante, que es de bajo nivel y no ha demostrado ser dañino para los humanos.
- Las fuentes comunes de campos electromagnéticos no ionizantes de bajo nivel son los teléfonos celulares, las líneas eléctricas, los dispositivos Bluetooth y los aparatos eléctricos comunes.
- Ionizante, que puede ser dañino, especialmente a niveles altos.
- A mil millones de hercios, los rayos X son una fuente familiar de alta EMF ionizante.
- No ionizante, que es de bajo nivel y no ha demostrado ser dañino para los humanos.
- Las líneas de transmisión emiten niveles mucho más bajos de EMF que la mayoría de los dispositivos domésticos. Por ejemplo, las computadoras emiten de 60 a 100 hercios, mientras que las líneas de transmisión emiten de 50 a 60 hercios.
- Los campos electromagnéticos también disminuyen a medida que aumenta la distancia desde la fuente. Dados los requisitos de retroceso para las líneas de transmisión desde las viviendas, los niveles de EMF suelen ser similares o inferiores a muchas fuentes de EMF en el hogar.
Efectos sobre la salud de los campos electromagnéticos de bajo nivel
- Un estudio de 1979 propuso una posible asociación entre la proximidad a las líneas eléctricas y la leucemia infantil, pero estudios más recientes no han encontrado un vínculo directo con las líneas eléctricas.
- Una revisión de más de 500 estudios realizada por el Consejo Nacional de Investigación determinó que la investigación no mostró un vínculo entre los campos electromagnéticos que se encuentran comúnmente en los hogares y los problemas de salud. La revisión también señaló que el estudio original de 1979 no examinó otros factores que pueden haber contribuido al aumento de las tasas de cáncer que no estaban relacionados con los CEM.
- No hay evidencia epidemiológica de otras consecuencias para la salud, y ningún estudio ha encontrado evidencia de una relación de causa y efecto entre los niveles bajos de EMF encontrados en electrodomésticos o líneas eléctricas y efectos negativos para la salud.
- Los desarrolladores deben ofrecer oportunidades sustanciales para que los miembros de la comunidad opinen sobre los proyectos propuestos y utilizar esta información para identificar hogares y otras estructuras ocupadas para abordar las preocupaciones sobre los posibles efectos en la salud.
- En las reuniones públicas, los desarrolladores y reguladores deben ofrecer comparaciones de EMF para que las partes interesadas proporcionen un contexto sobre los niveles de diversas fuentes.
- Si los propietarios están preocupados por la proximidad de las líneas de transmisión propuestas a hogares y negocios, deben comunicarse con los desarrolladores sobre alternativas o cambios de ubicación.