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La tenacidad de Justino Borja nace de raíces profundas. Viene de México, una familia de agricultores y una historia de trabajo en la tierra. Sin duda, ahí es donde Justino desarrolló su determinación y su amor por la familia y la tierra.
Desde que está en Estados Unidos, Justino siempre ha querido tener su propia granja. Al principio contó con el apoyo de sus tres hermanos, pero poco a poco se fue encontrando solo en su deseo de cultivar su propia tierra.
Un día, el residente de Schuyler, Nebraska, se enteró de las clases que ofrece el Centro de Asuntos Rurales y decidió asistir. Lo que empezó con un sueño empezó a gestarse como una posibilidad y una realidad.
Justino se enteró de que si seguía asistiendo a las clases, obtendría la ayuda necesaria para ser dueño de su granja. Necesitaba tierra si iba a cultivar, así que preguntó a la gente de su comunidad dónde podía cultivar. El personal del centro también ayudó a Justino con la búsqueda. Cualquier pista que recibiera, Justino inmediatamente haría un seguimiento e investigaría.
Por esta época, Justino asistía a clases de inglés como segundo idioma (ESL). Su instructor Virgil era un agricultor jubilado. Cuando Justino se enteró de los antecedentes de Virgil, preguntó sobre la búsqueda de tierras. Para entonces, Virgil se había enterado de los antecedentes y el gran interés de Justino por la agricultura. Descubrieron que compartían un enfoque agrícola libre de químicos, por lo que no tomó mucho tiempo negociar que Justino podría cultivar parte de la tierra de Virgil de forma gratuita si no usaba químicos en sus productos.
Después de tres años de trabajar la tierra de Virgil, Justino se beneficia de la tutoría de Virgil. Por ejemplo, Virgil y su hijo Frank plantaron algunas plantas de tabaco para Justino. Cuando las hojas de tabaco se empapan en agua y un poco de jabón, el líquido resultante se rocía sobre los productos para reducir el daño de las plagas.
Virgil le ha permitido a Justino usar más tierra para poder expandir su negocio. Justino agregó una parcela donde cultiva judías verdes y hierbas nativas de México. Siguiendo los consejos comerciales y de marketing del personal del Centro, Justino ha desarrollado dos vías de marketing para sus productos de especialidad de alta calidad: los restaurantes locales y sus compañeros de trabajo, que están ávidos de los sabores del país de origen.
“Si tienes amor y conocimiento sobre cómo trabajar la tierra, la agricultura es la opción correcta”, dijo Justino.
Como líder agricultor de Investigación y Educación para la Agricultura Sostenible (SARE), Justino ha crecido y se ha beneficiado de su participación en los círculos de aprendizaje. Alojar a compañeros ha ayudado a aumentar su confianza y su nivel de conocimiento. Lo que más ama es trabajar la tierra junto a su esposa, su hijo y sus hijas gemelas.
“Me encanta enseñar a mis hijos que la agricultura es tan productiva como cualquier otra profesión”, dijo.
Los padres de Justino lo visitan todos los años y lo animan a continuar con su sueño agrícola. La próxima temporada, Justino espera cultivar melón y sandía. Sus hermanos están comenzando a mostrar interés en la agricultura una vez más, especialmente después de ver el entusiasmo, la actitud positiva y la expansión de su negocio de Justino para incluir productos distintos al tomate y diversas variedades de chiles.
No dejará de buscar su propia tierra para cultivar. Necesita tenacidad, y tiene toneladas de ella.
Asistencia personalizada
El Centro de Asuntos Rurales ofrece asistencia técnica personalizada a los agricultores en redes, educación y liderazgo, así como círculos de aprendizaje y capacitaciones grupales sobre negocios y finanzas, producción y mercadeo. Estos servicios se ofrecen tanto en español como en inglés.
Foto principal: a Justino Borja le encanta trabajar la tierra junto a su esposa, su hijo y sus hijas gemelas. Se desempeña como líder de agricultores, compartiendo sus conocimientos en los círculos de aprendizaje del Centro de Asuntos Rurales. | Foto de Lucia Schulz
Foto insertada: Justino Borja, arrodillado a la derecha, encontró un terreno y un mentor para cumplir su sueño de cultivar. Trabaja la tierra junto a su familia. | Foto de Lucia Schulz