A temprana edad, aprendí de mis padres a preocuparme por mi comunidad y el mundo que me rodea. Era solo cuestión de tiempo antes de que me volviera activo en mi comunidad, participando en debates locales sobre la consolidación escolar y el control corporativo del ganado.
En la universidad, me sumergí en la ética ambiental y agrícola y escribí una tesis de maestría sobre la obligación moral de salvar la granja familiar. Hoy, cumplo con esa obligación y una obligación mayor para con todos los residentes rurales.
Aquí en Lyon, me gusta poder participar en debates nacionales y permanecer arraigado en una ciudad de 860 personas al mismo tiempo. En mis 12 acres fuera de la ciudad, disfruto cortando leña, trabajando en el jardín y cuidando un pequeño rebaño de ovejas. Si estás en la zona, visítanos.